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El 18 de julio de 2001 estamos conmemorando el inicio de las obras portuarias más importantes que se han realizado en el Uruguay, y que se ejecutaron en el Puerto de Montevideo entre el 18 de julio de 1901, día en que se colocó la piedra fundamental, y el 25 de agosto de 1909 en que se inauguraron las obras.

El Puerto de Montevideo existe desde la fundación de la ciudad, pero hasta la realización de estas obras era un puerto natural, cuyo abrigo estaba dado casi exclusivamente por la bahía. Se transforma entonces en un puerto artificial, protegido por escolleras, espigones y dique de cintura; con profundidades mucho mayores que las naturales lograda por el dragado del antepuerto, de las dársenas y del canal de acceso; con muelles cuya profundidad permitía el atraque de los mayores barcos que en esa época llegaban a nuestra región.

Al mismo tiempo se terraplenan sesenta hectáreas de la bahía, que le dan la superficie necesaria para el desarrollo de las diversas actividades de carga y descarga de buques, de almacenamiento en depósitos abiertos o cerrados, la circulación de vehículos y trenes, la instalación de una red eléctrica para alimentar las grúas y transportadores eléctricos e iluminar el recinto portuario, red de agua corriente para abastecer a las embarcaciones y edificios; se pavimenta con adoquines de granito. Simultáneamente se emprende en la ciudad una ambiciosa obra de saneamiento que eliminará los desagües cloacales en el agua del puerto, en tiempo seco (en tiempo de lluvia se mantienen vertederos por desborde).

Estas obras, realizadas por una empresa francesa ganadora de la licitación, se realizaron con un impresionante despliegue de tecnología de avanzada para la época. Una numerosa flota de dragas a cangilones, dragas a succión, dragas refuladoras, ganguiles, remolcadores, barcazas comunes y volcadoras, talleres flotantes, grúas flotantes, permitieron realizar los dragados necesarios para ejecutar las fundaciones (cuya profundidad llegó en algunos casos a 18 mts. bajo el cero Wharton) y para profundizar el puerto; para transportar y colocar en sitio los materiales y elementos constructivos de gran tamaño que se prefabricaban en hormigón y en hormigón armado en el obrador ubicado en La Teja, construir los muros de muelle y los terraplenes. La arena se extraía de bancos existentes en la desembocadura del Río Santa Lucía, y la piedra necesaria para las escolleras, las fundaciones, el hormigón y las piedras de sillería que conforman los muros y las pilas se extrajo de la cantera de La Teja. Según crónicas de la época trabajaron diariamente más de dos mil trabajadores de los distintos oficios necesarios.

Pero probablemente lo más importante es que estas obras le permitieron al Puerto de Montevideo posicionarse en la región como un puerto seguro y eficiente, con características técnicas y equipamientos de los mejores disponibles en la época, apoyando el desarrollo nacional como elemento clave que es de la cadena de transporte.

Algunos datos cuantitativos de las obras:

Escolleras : 2220 mts.
Espigones y dique de cintura : 1979 mts.
Dique de ribera : 1981 mts.
Muelle Maciel (de madera) : 500 mts.
Muelles de mampostería y h. armado : 2.018 mts.
Terraplenes: 60 Há.

Dragado : 9:000.000 m3
Arena y tierra para terraplenes 4:000.000 m3
Piedra en distintas formas 1:500.000 ton.
Cemento portland 60.000 ton.

Detalles Técnicos:

Fecha de emisión: 16/7/2001
Código: 2001-21-C
Valor: $ 11.- (pesos uruguayos)
Dibujante: Carlos Menck Freire
Tirada: 25.000 sellos
Categoría: Sello Conmemorativo