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• Fecha de emisión: 01/09/1997
• Código: 1997-34-S
• Valor: $ 12.- comp de 2 mot de $ 6.- c/u (pesos uruguayos)
• Dibujante: Eduardo Salgado
• Dentado
• Tirada: 35.000 de cada motivo
• Tema: Cultura

Félix Mendelssohn - Bartholdy, Hamburgo 1809-1847

Félix Mendelssohn creció en el seno de una familia próspera, relacionada con los ámbitos musicales y literarios. Antes de los 15 años ya había compuesto varias óperas y más de una docena de sinfonías. A los 17 compuso la fascinadora Obertura El sueño de una noche de verano, la que nunca llegó a superar, según sostienen algunos críticos. Su memoria, aún para un prodigio, era fenomenal: después de la primera audición de su famosa obertura en Londres, perdió el manuscrito de la partitura en un coche de alquiler y volvió a escribirla de memoria.
Pocos compositores de su tiempo fueron más cosmopolitas. Diez veces estuvo en Inglaterra como director de orquesta. En el palacio de Buckingham las voces de la reina Victoria y el príncipe Alberto se unieron al coro, cuando él dirigía How Lovely Are the Messengers. La música inglesa llevó su sello hasta un cuarto de siglo después de su muerte.
Aquel hombre cuya memoria vivirá siempre con su Marcha Nupcial, quizá habría preferido ser recordado más bien por la lucha que sostuvo por revivir a Bach, y por haber organizado la primera audición de la grandiosa Pasión según San Mateo, después de la muerte de su autor.
La partitura que se reproduce en el sello corresponde a la Introducción a Alí Babá.
 
Johannes Brahms, Hamburgo 1833 - 1897

Hans Von Bülow, compositor y pianista, fue el primero que llamó a Bach, Beethoven y Brahms, los tres grandes de la música, aunque Brahms nunca trató de equipararse. Fue tan crítico de su música que destruía todo cuanto no estuviese a la altura de la normas que se había impuesto.
De familia muy pobre, tuvo muchas dificultades en sus primeros años, hasta que fue acogido por Schumann y su esposa Clara - pianista muy famosa -. Desde entonces Brahms fue pasando poco a poco de las realizaciones al éxito y del éxito al triunfo. Cuando Schumman fue enviado a un manicomio, Clara encontró apoyo en Brahms, quien llegó a amarla locamente, en silencio. Una vez dijo que había dos cosas que nunca se atrevería a ensayar: la ópera y el matrimonio.
Fue solterón generoso en privado, esquivo y hasta burdo en público. Este hombre algo descuidado en su persona y un poco excéntrico, que guardaba el dinero atado en mazos y concibió algunas de sus mejores ideas mientras se cepillaba los zapatos, fue uno de los supremos arquitectos de la más compleja estructuración musical. El puesto que se le asigna entre los tres inmortales se debe especialmente a la capacidad que tuvo para llenar las sinfonías con ideas musicales que eran enteramente originales.
La partitura que se reproduce en el sello corresponde a la Obertura Trágica.